viernes, 11 de septiembre de 2015

La labor de forrarlo todo


¿Alguien me explica cómo usar el aironfix?

Nunca he sido manitas, lo confieso, pero forrar los libros con aironfix era un trauma, que veo que sigo teniendo, ya que en el colegio han pedido que los libros vayan bien forrados para entrar en el programa de reutilización, y no hay manera de que me queden lisos.

Cuando no se arruga abajo, se arruga arriba y si no empieza una línea que va creciendo, y encima con relieve, en medio del libro. Todo delata mi torpeza. Vuelvo a empezar ochenta veces, con cuidado, con calma, pero de nuevo esos bultos horribles. Y mis nervios cada vez más a flor de piel. ¡Lo dejo, mañana me saldrá mejor!

¿Pues sabéis quién ha forrado los libros al final?

Mi marido, porque mi crisis nerviosa con el aironfix iba in crescendo y estaba en juego tener que comprar otro libro de matemáticas porque el no-todavía-forrado estaba ya para el desguace...

Ha sido una lucha: el aironfix o yo.


Y ha ganado él.

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