Cada mañana a las siete suena
el despertador y entro en la ducha medio dormida, pero como antes ha entrado él, siempre, encuentro la tapa del WC abierta, cosa que no soporto. Tiro de la
cadena, y bajo la tapa del WC. Me visto, me pinto, bebo mi vaso de agua con
limón recién exprimido y cojo el casco de la moto para salir. El día es
estresante, no paro ni para comer, y cuando llego a casa, cansadísima, dejo el
bolso, el maletín, y voy a ponerme cómoda, y pasó por el baño para
desmaquillarme e incomprensiblemente todo está perfecto, excepto que la tapa WC
vuelve a estar abierta. ¿Cómo puede ser? El solo ha venido a coger su bolsa de
deporte, está en el gimnasio, y en esos diez minutos ya se ha vuelto a olvidar
de que la tapa del WC se baja porque si no huele, porque además queda mal, y
porque a mí me da la gana. ¿Es tan complicado?
Me estiro en el sofá a leer un
rato, y cuando llega del gimnasio no pasa por el baño, viene duchado, así que
preparamos la cena y nos sentamos a ver nuestra serie preferida y le digo:
- Por cierto cielo, no dejes
más la tapa del WC abierta, me molesta.
Y él me contesta que no lo
hace. Sólo somos dos, y hoy ya es la segunda vez que está arriba, y no abajo.
Pone morritos y me dice que quizás tengo
razón.
-No pasa nada, pero
recuérdalo, es una manía, sí, pero es higiene.
Seguimos mirando la tele
abrazados, los primeros días de convivencia siempre son ideales en casi todo, y
decidimos ir a la cama, hay que madrugar. Volvemos a la zona de peligro; el baño. Nos lavamos los dientes, yo me
pongo mis cremas, salgo a beber mi vaso de agua, este sin limón, y cuando vuelvo; la tapa de WC abierta. ¡No
me lo puedo creer! Ya veo que esto es misión imposible. Sacó la cabeza por la
puerta y grito:
-¿Sabemos lo que es arriba y
abajo o recuperamos los episodios de Barrio Sésamo?
Y él con toda su pachorra
contesta:
- Mi amor, la he dejado arriba para que fueras
tú la última, y dejaras el baño perfecto. Tapa abajo y cadena tirada. Así nos
evitamos problemas, ¿no?
Esto no va a quedar así, os lo
aseguro. Lograré que las excusas sobre el "excusado" no queden en
saco roto. Mañana más.
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