Casi todas hemos vivido la
pasión del primer amor, cuando todo es color de rosa. Cuando cuentas los
minutos que faltan para volver a verle, cuando después de verle cuentas los
minutos que faltan para que te llame y te dé las buenas noches. Cuando los
besos son apasionados, y solo buscas el momento de poder estar con él. A mí me
gustaría poder decir que esta pasión de fuego dura toda la vida, pero mentiría,
y el primer frenazo ya te lo pegas cuando sentados en ese banco de siempre,
bien arrimados, pensáis en ir a vivir juntos y él te dice: Me imagino nuestra
casa pequeña con decoración de Ikea. Y tú piensas que es lo normal, no hay
pasta y para empezar es un recurso, pero cuando dice que el baño se lo imagina
azul, cuando tú siempre lo has imaginado blanco, y los muebles de madera
antigua, cuando a ti te gustan modernos y a la última, ya empiezas a pensar; ya
le daré vuelta. Pero cuando suelta; y esa habitación que nos sobra, de momento,
pondremos una cama para cuando mi madre venga a visitarnos. Eso ya es la bomba
y sueltas un grito pelado: ¿QUÉ? Mi amor, quizás esto del piso lo discutimos
con más calma otro día. Ir a vivir juntos es una aventura, y nunca mejor dicho,
porque es donde empieza todo, para bien y para mal. El fuego pasional lucha
contra el cotidiano, y es una guerra de titanes, divertida, pero con sus
cosillas, así que antes de dar este gran paso, paciencia y un libro con
pequeños consejos amenos y un test de compatibilidad que no os dejará
indiferentes. Vayamos a por ello.
Hola soy una periodista de la Voz de Galicia y me ha gustado mucho el tema del libro. Me gustaría hablar con vosotras para hacer un reportaje. ¿estais interesadas?
ResponderEliminarelena.mendez@lavoz.es