lunes, 18 de enero de 2016




Estoy desesperada, mediados de enero y mi casa todavía parece TOYSRUS. Un muñeco parlante sentado en medio del comedor, una consola que echa humo, tres pantalones de chándal para ir a la modista a hacer los bajos, yo no sé coser, y como en casa no somos tachencos todo nos va largo, así que montaña de arreglos por un lado y por el otro bolsa grande en un ladito del pasillo con lo que los reyes no acertaron y debemos cambiar en algún momento, antes que caduque el ticket. Es genial empezar la reentré ya con un estrés añadido, porque la vida continua y a los papis no nos dan un día en la oficina para “jugar”, que sería mejor para “ordenar”, pero ni para una cosa ni para la otra, el trabajo continua y lo que el día 6 los Reyes Magos de Oriente han dejado en cada casa, en la mía sigue igual, todo está patas arriba y ya no sé si comprar mil cajas en los chinos de abajo y meterlo todo allí, o hacer una limpieza monumental de lo viejo, ponerlo en las cajas compradas en los chinos y llevarlo a algún lugar donde sea más útil que en mi casa, porque si no lo hago, no hay espacio para que quepa lo nuevo. Por todas partes hay juguetes, cajas y papel de regalo, pero quizás sólo lo vea yo porque los demás siguen haciendo vida normal, sin inmutarse, porque han pasado ya más de quince días y el muñeco parlante sigue en el sillón, los playmobils en cajas en medio de la habitación, la nave de Star Wars en la mesa de la cocina, y los pantalones por probar y poner agujas, dado que cuando llego a las 20.30h de la noche, ya no hay ganas de nada, sino solo de comer porque lo primero que oigo al poner la llave en la puerta es: "¿qué hay para cenar mami?, nos estamos muriendo de hambre". Y yo que confiaba en abrir y ver que habían hecho algo de orden, habrían avanzado en alguna cosilla importante, como por ejemplo pensar en ganar espacio de algún modo, pero me esperan todos con los brazos abiertos porque saben que hoy tocan croquetas de la abuela y todo lo demás puede esperar, lo que no sé hasta cuándo podré esperar yo porque mi lado zen se está agotando y esto solo ha hecho que empezar.

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