Suena el despertador a las 6.30
am ¡No me lo puedo creer! Llevo 4 semanas con los horarios del revés y de
repente debes volver a la rutina, a mirar el reloj continuamente. Empieza la
carrera: ducha, desayuno, despierta a los niños, gritos, vuelven los "va
cómete la maldita galleta que el autocar se marcha", la sensación terrible
de que no llego a nada.
lunes, 12 de septiembre de 2016
Volver a los horarios
lunes, 5 de septiembre de 2016
¡A por la operación turrón!
Llegó el momento de la verdad, no lo puedo retrasar más, aunque me he cuidado durante el verano y he intentado hacer deporte, reconozco que me he pasado con los mojitos y los gin-tonics, he picado de más, he salido a cenar, he merendado algún día, y no precisamente fruta, y me he permitido caprichitos gastronómicos… Así que la dietista va a estar contentita cuando me suba a la báscula este jueves.
Ahora me siento un poco culpable
pero mientras ha durado el libre albedrío me he repetido mil veces que la vida
está para vivirla, que después de trabajar largas jornadas, nos merecemos unas
vacaciones sin restricciones, y que ya sufrimos demasiado para estar pensando
si te puedes o no tomar esa magdalena de chocolate que te está llamando des del
escaparate de la pastelería. Pero hay que contárselo a la dietista, que
has tirado por la borda las 16 semanas de dieta… 16 semanas en las que tenías
que perder 10 kg y solo perdiste 7… y que ahora cuando echemos cuentas quizás
sean 4… También se lo tendremos que contar a nuestro marido, que toda la ropa
que compraste antes de verano, que te quedaba monísima con 7 quilos menos,
ahora quedará como fondo de armario, pero fondo fondo, y te ves obligada a
hacer una incursión de urgencia a las tiendas para no ir apretujada en los
pantalones. Mira, no hay mal que por bien no venga, 3 quilos más se traducen en
una tarde shopping estupenda. La mejor manera de concienciarse que hay que
volver a ponerse a dieta YA. ¡A por la operación turrón!
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