domingo, 13 de marzo de 2016

El día de la mujer trabajadora es cada día

El pasado martes fue el día internacional de la Mujer, y la verdad es que hubo hombres en la red que nos felicitaron. No sé si existe el día internacional del hombre trabajador, pero lo que pienso es que el de la mujer trabajadora es cada día. Y si hubiéramos que celebrar algo sería ese día en que la mujer no tenga que hacer nada, hacer fiesta del trabajo, de la casa, de ser madre y hasta de ser esposa. ¿Sería posible?


Pienso que si lo que celebramos es que nos levantamos a las 7 de la mañana, o antes, para hacer desayunos, dejar la casa con las camas hechas (odio ponerme dentro de una cama sin hacer) y a toque de silbato despertar a todos los reyes de la casa, y digo a todos,  para que pasen a lavarse dientes y cara, desayunen y cojan carteras, preparadas ya la noche anterior, en un arrebato de que cada uno es responsable de sus cosas. Si celebramos que cogemos el coche, con un tráfico leonino, y acompañamos a los peques al cole, aparcamos y vamos corriendo a hacer media hora de cinta en el gimnasio para que no se diga que he perdido el ritmo, ese que todavía no he cogido desde Navidad con una excusa u otra cada semana, y después duchada, pintada y arreglada a hacer la primera reunión de trabajo, y así empalmando hasta las 8 de la noche, acumulando mails a punta pala, y cada vez resoplando porque no sé cómo estirar el día, que debería tener, en mi caso 48 horas.

Además soy afortunada si puedo salir a las 20h , porque muchas semanas hay presentaciones o cocteles de trabajo, a los que no se puede faltar porque siempre son clientes importantes, y  ese día lo llamo “modo “POST-IT”: sólo me queda ponerlo grande y amarillo en la nevera con órdenes claras: “Hoy llegare tarde, por favor pon la lavadora y tiéndela”, (hemos de decirlo todo), y para cenar está la verdura ya hervida, y sólo hay que hacer el pollo a la plancha”. Si esto es lo que hemos de celebrar, apaga y vámonos. Propongo que el día de la mujer sea aquel en que podamos sentirnos útiles, como cada día, pero también darnos esos placeres a los que no llegamos nunca porque priorizamos siempre a los demás.

Así que propongo celebrar el día de las mujeres de otra manera, porque somos malabaristas cada día en una sociedad donde todavía falta mucho por hacer, pero sin embargo la mayoría lo hacemos todavía con una sonrisa, y levantándonos cantando I WILL SURVIVE, como mínimo. Pero todavía nos queda marcha para bailar un poco y decir: ¡Vamos a por ello! Felicidades chicas, somos campeonas cada día de esta maratón que es la vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario