lunes, 6 de junio de 2016

Llegó el momento de la verdad

Me encanta el buen tiempo, da buen rollo, calor, terrazas, colores vivos, los días más largos... esta semana apunta a que ya podemos confirmar que ha llegado el verano, y después del invierno que hemos pasado, que no nos engañemos ha sido de risa, una primavera lluviosa y ventosa, esperemos que el verano nos traiga sol y calidez. Todo muy bonito y hasta aquí todo suena genial, pero se acerca también ese momento temido, el momento de la verdad, lo inevitable...hay que probarse los biquinis.


El año pasado aproveché alguno del año anterior pero este año no puedo escaquear, habrá que ir de compras. Y es que a mí ir de compras me encanta, pero a principios de junio, comprar biquinis es de lo más desagradable que hay. Todavía blanca, sin color alguno, sin haber terminado la dieta, y con algún pelillo de más, debes probarte las braguitas y el sujetador, en un probador de 2x2, con una luz horrible, aguantando la cortina para que la gente que espera no te vea las chichas....ay madre, ¡Qué pequeñito es esto y cuanta carne tengo para esconder! ¡Suerte que están de moda las curvis! Bueno, eso dicen y a mí me encanta creerlo.

Pues, eso, no se puede retrasar mucho más, hay que ser fuerte, armarse de valor y si tienes tiempo depilarse y... a por ello, objetivo de esta semana; comprarse un biquini, que con un poco de imaginación, puedes hacerte una idea de cómo te quedará cuando estés bronceada, con los 3 quilos que te faltan por perder y en una playa de arena blanca, bajo un sol brillante y acompañada de las risas de tus amigas mientras disfrutas de tus vacaciones. 

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