domingo, 12 de junio de 2016

La magia del orden

Este fin de semana nos hemos quedado en Barcelona, la verdad es que prefiero cuando nos vamos de fin de semana a la casa que tenemos en la montaña... así desconecto mucho más, pero, también, lo confieso, para no tener que ver el gran desorden de mi casa. Los días de cada día ni lo veo, vamos todos tan a piñón que no soy consciente de que mi casa parece un campo de batalla, pero el fin de semana... Un zapato fuera de lugar, los juguetes de la niña repartidos por cualquier rincón de la casa, un guante de bici de mi marido, dibujos infantiles sobre la mesa, piezas de las sorpresas de los kínder en todas partes.... parece imposible que tengas una ayuda dos veces a la semana, y que vivas en una leonera.

Cenando con una amiga lo comento desesperada, ya no sé qué hacer,  y me confiesa que ella ha aplicado el método de Mary Kondo y su famoso libro La magia del orden. Incrédula, la miro, y me cuenta que si no ordenas no existes, que con el orden a tu alrededor empiezas a vivir de verdad, que jamás debes hacer una bola con los calcetines, que des las gracias a ese vestido que era entallado y ahora ya no es tu talla (acéptalo que ya no va a volver a entrar) y te indica que lo tires a la basura. Después de escuchar la esencia de la filosofía Kondo pienso que la mujer se haría el harakiri si entrase en mi casa, estoy convencida, pero aun así le daré una oportunidad, y hoy mismo compraré el libro, me empaparé de sus premisas, y pronto os cuento si lo he conseguido y la magia del orden ha cambiado mi vida. Quizás así la próxima vez que me siente en el sofá no me clavaré las mancuernas en el culo. 

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